Los titulares del consumo colaborativo siguen centrados en las grandes empresas, las inversiones recibidas, los conflictos que se generan y las prohibiciones (como la cautelar de ayer de Uber). El consumo colaborativo no es sólo eso y puede ir mucho más allá. Todo va muy rápido y debemos preguntarnos ¿quo vadis consumo colaborativo?
La economía bajo demanda
Por poco que sigáis las notícias del entorno del consumo y la economía colaborativa habréis visto que Uber es el «elephant in the room». Acapara titulares y distorsiona el debate que se debe abrir acerca de los posibles beneficios y riesgos de una economía más colaborativa.
Entre los varios titulares ha llegado también a mis manos un breve (y recomendable) cuento acerca de un futuro dominado por Uber donde se alerta acerca de la precaricación laboral ya que tu patrón es un algoritmo. Argumentos similares se pueden usar para describir servicios como Amazon Mechanical Turk que también ha recibido muchas críticas (y más).
Está claro que a los que nos gusta la economía colaborativa no buscamos una “uberificación” de la sociedad
El término que mejor define lo que oferta Uber es «On-Demand Economy» (ODE), que podemos traducir al español como «La economía bajo demanda». Como ha lamentado Antonin Léonard de OuiShare: «La sharing economy se ha convertido en la on-demand economy». Antonin adjunta: «La sociedad necesita una nueva narrativa acerca del mundo y esta narrativa tiene que ser diferente de la que Uber está ofreciendo»
La sociedad necesita una nueva narrativa acerca del mundo y esta narrativa tiene que ser diferente de la que Uber está ofreciendo – Antonin Léonard
El consumo y por extensión la economía colaborativa va mucho más alla e incluye modelos como BlaBlaCar, Wallapop, Etsy, Goteo, HuertosCompartidos (que por cierto tienen nueva web), Chicfy, Trip4real, Avancar, EatWith, Comunitae, SocialCar, etc.
La clave: la cultura de empresa
Las empresas de la economía colaborativa están madurando. Ya hace tiempo que se han dado cuenta que el valor más importante para ellos es la cultura interna que pueden llegar a generar. Se puede argumentar si Uber forma parte o no del consumo colaborativo desde un punto de vista técnico de modelo de negocio basado en plataforma, lo que está claro es que está muy lejos de los valores que se esperan de las empresas de esta nueva economía.
El profesor de la NYU Arun Sundararajan ha escrito un fantástico artículo: «What Airbnb gets about culture and Uber doesn’t»
- Es crucial para el éxito a largo plazo crear una cultura apropiada dentro de la plataforma: normas compartidas, valores y capacidades de los que productores dentro de la plataforma
- Para ofrecer un servicio consitente y acorde a lo que promete la marca, es crítico desarrollar y comunicar una «cultura de plataforma» entre los proveedores, de manera que ayude a configurar su oferta y les ofrezca una guías de compartamiento.
- Me preocupa que con todas las histórias relativas a la glorificación de las startups y la disrupción estamos perdiendo el foco del cambio más profundo en los valores, compartamientos y expectativas de la gente.
Arun comenta que Airbnb ha tomado la vía de invertir de manera importante en la creación de comuninidad, el sentimiento de pertenencia a la misma y de difusión de las mejores prácticas. Además de los encuentros de los ejercicios de generación de comunidad a nivel local acaba de realizar un encuentro en San Francisco (Airbnb Open) con varios centenares de los mejores hosts de todo el mundo para aprender de ellos y entre ellos como ser un mejor «host».
Al lado contrario Uber crea una gran distancia entre la plataforma y los proveedores (conductores). Por ejemplo los cambios de tarifas se implementan de manera centralizada y se anuncian de manera unilateral, sin una consulta visible a los conductores. La creación de comunidad no es una prioridad ya que los fundadores ya han expresado en más de una ocasión su idea de no depender de los humanos y disponer de flotas de coches autónomos que transporten cosas. Lyft, un competidor de Uber en EEUU parece estar algo más próximo a la cultura de Airbnb, aunque tampoco se ha salvado de críticas y huelgas por parte de los conductores.
Las plataformas saben que retener a los mejores proveedores es clave para el éxito de cualquier negocio.
Más allá de la economía colaborativa
En la conferencia EBE en Sevilla usé justo este título: «Más allá de la economía colaborativa» (Slideshare)
Un buen número de voces (Opcions, Diana Filippova en OuiShare Magazine, Lisa Gansky en FastCompany, ShareAdelaide, etc.) ya reclaman que tenemos que pasar de consumo colaborativo basado en la transacción a un consumo colaborativo que siente las bases de una tranformación más profunda de la sociedad.
La empresas de la economía colaborativa tiene que empezar a compartir más valor con aquellas personas que hacen valuosas a la empresas – Lisa Gansky
Las nuevas tecnologías y el modelo de actividad económica basado en P2P son herramientas potencialmente muy eficientes para construir un movimiento social basado en compartir y la cooperación. Para llegar a desarrollar todo este potencial transformador requerirá de la democratización de la propiedad y las formas de gobierno de las plataformas.
Ya hay algunos ejemplos como Reddit que ha levantado 50M$ y se ha comprometido a compartir un 10% del «equity» con su comunidad. En un movimiento similar, la plataforma de crowdfunding KickStarter ha recibido inversiones y ha declarado que no quiere salir a bolsa ni vender la empresa.
Se requerirá de nuevas formas legales para aquellas plataformas cuya propiedad esté distribuida entre los participantes en la misma. ¿Qué forma? No hay una solución universal: las cooperativas 2.0 son una opción, estructuras donde los intereses del productor sean más centrales también resultan atractivas para muchos, o el modelo Quirky y se deberán explorar sin duda estructuras descentralizadas en base a Blockchain.
La comunidad se convierte en la propietaria de la plataforma.
Para conocer más detalles sobre esto modelos recomiendo la lectura de dos textos muy inspiradores:
* «Owning is the new sharing»
* «The power side effects towards a collaborative society»
OuiShareFest 2015: Lost in Transition?
Si te apasiona la economía colaborativa y quieres poder produndizar en este tipo de debates te recomiendo asistir al OuiShare Fest 2015 en París (20-22 de mayo) que lleva por título: «Lost in Transition?»
Como decía Antonio Machado: «Caminante no hay camino,se hace camino al andar»
Imagen de portada de Daniel Purvis en Motherboard magazine
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- ¿De qué ha servido prohibir Uber en España? La Celosía
- UBER, cuando “tu patrón” es un algoritmo | Poli-TIC.net
Excelente aportación con la que no podemos estar más de acuerdo.
Es interesante ver, centrándonos en los dos iconos que más «ruido» hacen, como unos lo único que consiguen es publicidad a base de malas noticias (como violaciones), huelgas, malas prácticas (captar proveedores de la competencia) y prohibiciones gubernamentales.
Mientras que otros trabajan de manera muy eficiente las RRPP hasta llegar al punto de insinuar que piensan que deberían ganar el nobel de la paz.
Está claro que, a pesar de ser dos grandes (gigantes) multinacionales, airbnb y uber no son lo mismo.
* Aunque también es paradójico que, Airbnb no «comparta» su producto a través de una API pública. ¿es todo marketing?
Reflexión de Julen Iturbe sobre el tema http://blog.consultorartesano.com/2014/12/uberizacion-de-la-economia-y-valores-del-consumo-colaborativo.html
Y una interesante reflexión de Enrique Dans http://www.voceseconomicas.com/repensando-la-sharing-economy/
Y más sobre Uber:
– http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2014-12-10/uber-una-startup-de-40-000-millones-que-medio-planeta-considera-ilegal_582837/
– http://www.washingtonpost.com/blogs/the-switch/wp/2014/12/05/ubers-not-a-40-billion-start-up-its-a-mid-sized-car-company/
– http://mobile.nytimes.com/2014/12/08/opinion/we-cant-trust-uber.html
En realidad Uber, aparte de que Travis nunca cayó muy simpático, tiene que enfrentarse a millones de taxistas individuales,
mientras que Airbnb tiene enfrente a lobbys hoteleros, mas fuertes pero menos ruidosos y también con peor prensa.
Así Airbnb puede presentarse con ese aroma «amor al prójimo» con mucha mayor facilidad.
Como bien dice arriba Miguel, una estrategia más…no vayamos a caer ahora en el «buen rollismo» así de facil.
Creo que Uber acabará como Napster, habrá que agradecerle que sacudiera el árbol.
Es más esa «chulería» de Uber ha hecho que la fase inocente de la sharing econ. haya pasado rápido y se empiece a mirar mas allá….
Al final con o sin apps habrá que volver al planteamiento marxista de la superación de las contraddiciones como motor de cambio
Un artículo interesante http://pando.com/2014/12/03/uber-vs-lyft-a-former-driver-compares-the-two-services/
Debate también en
México: http://www.consejomexicano.org/es/centro-de-informacion/asociados-en-la-prensa/4858-uber-y-el-consumo-colaborativo
Colombia: https://www.linkedin.com/pulse/colombia-y-la-persecuci%C3%B3n-econom%C3%ADa-del-consumo-jimmy-tadi%C4%87
Un conductor en Miami con datos interesantes: http://pando.com/2015/01/26/dear-travis-a-miami-uber-driver-takes-exception-to-the-companys-rate-cuts/
Otra crítica a Uber: http://www.salon.com/2015/02/01/the_sharing_economy_is_a_lie_uber_ayn_rand_and_the_truth_about_tech_and_libertarians/
La opinión de los que trabajan para Instacart – http://www.huffingtonpost.com/2015/02/02/instacart-workers_n_6548822.html
Y un par de reflexiones acerca del trabajo en el futuro:
– http://www.fastcompany.com/3042248/the-gig-economy-wont-last-because-its-being-sued-to-death
– http://www.triplepundit.com/2015/02/uberization-economy-sustainable/