El 21 de enero, el Comité Económico y Social Europeo (EESC) aprobó un nuevo dictamen sobre consumo colaborativo y pidió nuevas medidas a nivel de la UE. El dictamen reconoce las oportunidades para los consumidores y las empresas, así como el impacto social y ambiental potencial positivo del consumo colaborativo.
El líder del dictamen y miembro del EESC Bernardo Hernández Bataller (a quien entrevistamos el pasado diciembre) comentó que : «Hay una clara necesidad de proporcionar información y de sensibilización sobre el consumo colaborativo. El consumo colaborativo puede satisfacer las necesidades sociales en situaciones donde no hay interés comercial y también puede ayudar, como una actividad con ánimo de lucro , a la creación de puestos de trabajo«
Sin embargo, dada la complejidad y la magnitud del fenómeno del consumo colaborativo, el EESC quiere:
a) Regular la práctica de estas formas de consumo, a fin de establecer los derechos y las responsabilidades de todos los actores involucrados
b) Identificar las barreras potenciales al desarrollo de estas actividades;
c) Establecer una base de datos de experiencias para poner en común.
Podéis leer y descargar el documento completo en español aquí
Y también en Reino Unido y en Estados Unidos
La Unión Europea no ha sido la única en poner el consumo colaborativo sobre la mesa al máximo nivel, desde que ha empezado el año hemos visto:
* Al gobierno británico recibir, en el famoso Downing Street 10, a un grupo de representantes del consumo colaborativo. Según resume este artículo de NESTA el encuentro fue muy positivo.
«The outdated regulation, the legal grey areas, the status of revenue from micro (sometimes homeopathic) entrepreneurship, the liability and insurance headaches for P2P lending, the impact of people on benefits wanting to engage in sharing platforms; these are important things to work through»
* Al gobierno de EEUU organizar un primer modesto «hearing» en Washington que permitió que se escribieran las palabras «peer-to-peer business» en los registros del congreso por primera vez.
«By their very structure, peer-to-peer platforms scale-out success to reach tens of thousands, even hundreds of thousands of people with opportunities to create viable livelihoods for themselves.»
¿Y en España y América Latina?
Para bien o para mal aún hay mucho camino por recorrer.
Defendemos que la escala de lo local (ciudades, areas metropolitanas y pequeñas regiones) es donde se podrán entender mejor los beneficios del consumo colaborativo y actuar con políticas públicas a favor del mismo.
En Barcelona hablaremos del concepto de «Shareable Cities» (Ciudades Colaborativas) el próximo 18 de febrero dentro del Social Media Week. No os lo perdáis!
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Ingeniero multimedia fascinado por aplicar los modelos disruptivos de internet fuera de internet fundó ConsumoColaborativo.com en 2011 y ha formado parte de la vanguardia del movimiento desde entonces, siendo referencia en lengua española, ejerciendo de Conector de OuiShare para España y América Latina y formando parte del equipo de Global Curators de CollaborativeConsumption.com.
Es importante que se regule bien todo lo relacionado con economía colaborativa y que se defina y diferencien las distintas formas de llevarlo a cabo. Eso nos posibilitará tener un buen marco de referencia en esta nueva forma de economía entre las personas
Carmen Cesteros
http://www.com-parte.com