El proyecto MOTIT, es un sistema flexible de alquiler de motos eléctricas aparcadas en la calle sin estación base, un sistema pionero a nivel mundial pensado tanto para el uso de los ciudadanos como para los turistas. ¿Un primer paso para ser una sharing city?
Las motos se activan a través del teléfono inteligente y se puede hacer la reserva por trayecto, a 45 céntimos el kilómetro, o por tiempo, a 5 euros la hora, entre otras modalidades. El precio incluye la cobertura del seguro y el casco.
Se han puesto en servicio las primeras 50 motos (pronto disponibles para el público en general) y se prevé que antes del verano ya haya 300, del total de 500 que circularán por la ciudad en el 2014.
El usuario podrá reservar su moto eléctrica y podrá recogerla en la zona que le indique la aplicación del móvil. Una vez recogida, podrá desbloquearla a través de su móvil y conducirla.
Para el buen funcionamiento del servicio se han habilitado varias zonas en Barcelona (7 en el momento de lanzar el proyecto) donde el usuario podrá recoger y deberá dejar la moto. Cuando hablamos de zonas, hablamos de un entorno de varias calles y plazas, no de un punto específico de recogida y entrega.
Además, se aplicarán descuentos por adaptar el punto de destino a un punto próximo que solicite otro usuario. Se trata de un sistema inteligente de incentivos que permite la redistribución de las motos en la ciudad. También hay un sistema de penalizaciones.
La flota de motos, fabricadas por Going Green, incorpora un casco y una pantalla con navegador para guiar a los usuarios hasta el destino escogido.
El sistema nace fruto de la colaboración entre Going Green, referente mundial en movilidad sostenible, y la Fundación Creafutur, especializada en identificar oportunidades de negocio a través del análisis de comportamiento de los consumidores. Una vez el sistema se haya implantado en Barcelona, el consorcio prevé ponerlo en marcha en otras ciudades del Estado, y está en conversaciones para probarlo en Francia, Alemania, Italia y Estados Unidos.
Por su parte, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha asegurado: «Este es un ejemplo claro de la apuesta de la ciudad por convertirse en smart city y para poner la tecnología al servicio de los ciudadanos».
¿Primera piedra para ser una sharing city?
Ya hablamos de cómo la administración puede ayudar al consumo colaborativo y el proyecto MOTIT es claramente un paso en la buena dirección.
¿Podría ser Barcelona una «sharing city» de referencia?
– En San Franciso hay un Sharing Economy Working Group y justo esta semana Xavier Trias visitó San Francisco de la mano de SF-BCN sister city initiative.
– Otro punto de inspiración puede ser Seoul que tiene un proyecto llamado «The Sharing City, Seoul»
¿Para cuando algo similar en Barcelona?
Y ahora también en Murcia: http://www.movilidadelectrica.com/index.php/smart-cities/car-sharing/1056-el-uso-compartido-de-motos-electricas-llega-a-murcia-durante-la-sem2014