El desempleo populariza la economía informal en España

El desempleo populariza la economía informal en España

Todos sabemos que estamos en crisis económica muy aguda, pero para aquellos que aún tienen empleo las vacaciones siguen siendo sagradas. Este lunes, cuando mucha gente ha regresado al trabajo tras las vacaciones, el Wall Street Journal ha publicado un interesante artículo (en la página A1) con el título: «For Spain’s Jobless, Time Equals Money.» («Para los españoles sin trabajo, el tiempo equivale a dinero» – La Nación [Argentina]). El artículo da un buen repaso a cómo se estan auto organizando los españoles para hacer frente a estos tiempos tan difíciles.

El artículo en el WSJ (merece la pena leerlo, incluidos los 100+ comentarios. Nota: se ha publicado en castellano en La Nación) incluye un buen número de personas e iniciativas de las que ya hemos ido hablando en el blog:

  • Eduard Folch, un diseñador catalán de páginas web junto a varios amigos han lanzado su propia moneda alternativa, el ECO, y han creado Eco Alt Congost. «Desesperados por cualquier tipo de dinero, un buen número de comercios y dos gobiernos locales de la región han acordado aceptar eco, que es intercambiable a través de cheques, pagos electrónicos e incluso una aplicación para teléfonos inteligentes.» Podéis buscar a Eduard en las fotos del primer OuiShare Drinks en Barcelona :)

«Un paso atrás»

La parte más polémica del artículo dice:´

«Algunos economistas temen que el aumento de estos sistemas informales de intercambio económico está ayudando al crecimiento de la economía sumergida en España, fuera de la vista de los reguladores y recaudadores de impuestos, y como resultado volviendo atrás en términos de desarrollo del país.
«
 

Es un paso atrás no sólo como país dentro la zona euro, sinó también como país desarrollado,» dice José García Montalvo, profesor de economía en la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona. «Bancos y Monedas sociales, puede volverse en contra de la economía en general ya que los ingresos obtenidos de dichos acuerdos a menudo no se declaran, y por lo tanto, se priva al gobierno de esos ingresos fiscales.

Comentarios como este hacen evidente que un gran número de economistas no pueden imaginar que nada ocurra (y mucho menos que sea sostenible) si no cumple con las «leyes» de la economía que ellos han acordado y dado por válidas. De acuerdo con esas «leyes» proyectos colaborativos como Wikipedia, Linux y un gran número de blogs (como es el caso de este) no deberían haber ocurrido nunca.

Este debate no es nuevo, como se cita en el libro Small is Beautiful (1973) de E. F. Schumacher:

Todo se ve muy claro cuando has reducido la realidad a uno – y sólo uno – de sus miles de aspectos. Sabes lo que debes hacer – aquello que produce beneficios; y lo que no debes hacer – aquello que los reduce o que genera una pérdida.

La propiedad y el consumo de bienes son medios para un fin y la economía colaborativa tienen por objeto alcanzar eso fines con el menor número de medios. Explicar esto resulta muy complicado e intentamos modestamente desde este blog (y desde OuiShare) ayudar a aquellos que comparten esta visión.

Si os interesa la llamada economía informal, no os perdáis The Informal Economy Symposium que tendrá lugar en Barcelona el próximo 12 de Octubre.

Ingeniero multimedia fascinado por aplicar los modelos disruptivos de internet fuera de internet fundó ConsumoColaborativo.com en 2011 y ha formado parte de la vanguardia del movimiento desde entonces, siendo referencia en lengua española, ejerciendo de Conector de OuiShare para España y América Latina y formando parte del equipo de Global Curators de CollaborativeConsumption.com.



12 Comments


  1. Hay algo interesante a desarrollar en el argumento de que la economía informal no paga impuestos y por tanto es mala para la «economía en general». Además del que tú aportas de que es un medio más para el fin general de sostener la vida. Lo intento desarrollar:

    Los nuevos proyectos de economía informal o colaborativa no sólo están generando beneficios a sus «participantes» sino que además crean nuevas instituciones. Es decir, no pagan impuestos, pero tampoco utilizan los recursos que esos impuestos sostienen. Llámese funcionarios de Hacienda, Secretarios de economía etc. Sino que utilizan sus propios recursos comunes que se mantienen entre los miembros por el uso de las plataformas de intercambio o las monedas o lo que sea. Creo que este poder «instituyente» no hay que dejarlo atrás y sospecho que es el que realmente temen esos economistas sin imaginación ;)

    En el reciente Manifiesto indiano sobre el P2P lo ponen así: «los gobiernos no deberían administrar nada que pudiera ser gestionado como procomún.»

    • Albert Cañigueral

      Gracias por tu brillante aportación Ester! El problema es no ser capaz de ver las cosas desde varios puntos de vista. Las «leyes» económicas no son «leyes» son inventos humanos y como tal pueden y deben ser adaptadas cuando no funcionan (y creo que eso ha quedado bastante demostrado)

      Siendo un poco abogado del diablo te diría que seria interesante intentar clasificar aquellas actividades que se benefician de los recursos puestos a disposición mediante los impuestos de las que no. Lo cierto es que la educación, la sanidad, las infraestructuras en general las usamos todos y somos capaces de generar ciertos proyectos gracias a que esta base existe. En el mismo libro «small is beautiful» comenta de la dificultad de intentar desarrollar ciertos proyectos (de desarrollo) en países donde no hay esa base educativa, sanitaria, etc. Es como crear «islas» de desarrolo y esperar que funcionen.

      Por otro lado visto lo que hacen con los impuestos (aeropuertos sin aviones, AVEs sin pasajeros, corruptelas de vario calado, etc.) a la vez que se recorta en sanidad, educación, etc… pues da mucho que pensar y discutir. ¿Que tal un % de mis impuestos gestinados mediante una plataforma de crowdfunding para proyectos a nivel local y regional?

      • De hecho, cuando escribía economía informal o colaborativa he tenido justo esa duda. Puede que haya una economía parasitaria que hace daño a esa «economía en general» pero también a la «economía del comunal» porque hace que la gente no ejerza ese poder «instituyente» para crear y mantener recursos comunes.

        Me meto en cosas que no conozco bien, pero creo que muchos de los programas de las economías estatales han roto instituciones comunales existentes. Por aquí (Alacant) conozco el caso de los regadíos, cooperativas agrícolas, etc. Pero hilando más fino diría que incluso las estructuras de las economías domésticas de familia extensa o vecindad han sido dañadas por esos programas, y también son «instituciones» que aportan riqueza. Por eso no me gusta diferenciar tanto entre una y otra, parece que lo que no se ha «historiado» tanto o «marcado como productivo» es lo que queda como parasitario…

        En cualquier caso, seguiré pensándolo… :) y muy interesante la idea de las «islas» de desarrollo.

      • Es curioso que surjan comentarios que critiquen las iniciativas que permiten crear riqueza porque no revierten impuestos al gobierno (que ha sido incapaz de fomentar el empleo). Es cierto que todos nos beneficiamos de las infraestructuras existentes, pero también lo es el hecho de que se están creando infraestructuras paralelas independientes que ahorran recursos al estado. Las redes de ayuda mutua están empezando a optimizar y redistribuir los recursos, de modo que las necesidades se solucionan localmente sin que tenga que intervenir el estado.
        Creo que estamos asistiendo al inicio de una descentralización del poder, en la que la gente se empieza a organizar en grupos y redes de beneficio mutuo, ya que el paradigma de poder jerarquico ha demostrado llegar al límite en cuanto a gestionar un «estado de bienestar» para todos.

  2. El problema es que «ellos» sólo pueden pensar el tejido económico como un gigantesco captador de fondos del capital financiero. Su capitalismo ha sido un capitalismo de recaudadores y rentistas en el que los bancos vendían albornoces y las cadenas de ropa vendían bajo coste para obtener más flujos que llevar al banco. Su enemigo no es el «proletariado» como pensaba Marx, sino la economía productiva, el famoso «minifundio industrial» que se niega a supeditarse a la especulación y sigue produciendo. Cada día veremos más y más críticas a todo lo productivo, a todo cuanto genere abundancia o refuerce el mercado, desde el p2p a las pymes. En el límite, tras exprimirlas -como en Grecia- en nombre de una «solidaridad fiscal» a la que no se sienten obligados los grandes fondos, nos reprimirán.

    • Albert Cañigueral

      Gracias David! Me encanta lo de «minifundio industrial». La buena noticia es que con las redes distribuidas (de producción y conocimiento en este caso) va a ser muy difícil que puedan reprimirnos de manera eficaz.

  3. Hola! Gracias por mencionar nuestro proyecto :)
    Creo que me animaré a escribir un artículo sobre monedas complementarias e impuestos, pues nuestras actividades comerciales dentro de la red, como en cualquier lado, también están sujetas a IVA y/o IRPF. Lo único que cambia es el método de pago (al Estado le da igual si pagas en billetes de monopoly, ecos, talentos… mientras pagues tus impuestos en euros). Por otro lado, las actividades informales entre particulares no lo están. ¿Desde cuando hemos pagado impuestos por la ayuda mutua?

    Nosotros estaríamos encantados de pagar algunos servicios municipales en nuestra moneda (por ejemplo la piscina). En una ciudad austríaca aceptan hasta un 75% de Talentos en el pago de algunas tasas municipales.

    Lo que está claro es que el euro está diseñado para la especulación financiera y no sirve como herramienta de cambio eficiente en todos los casos. Tenemos un monocultivo monetario y necesitamos una ecología monetaria; ¿qué ocurre si solo tenemos una variedad y llega una plaga?

    Las monedas complementarias, por lo tanto, no son un mecanismo para evadir impuestos. Son herramientas que van más allá de las monedas nacionales (o supranacionales) y pueden tener múltiples funciones: Por ejemplo para cubrir necesidades humanas, potenciar el comercio local, ayudar a recuperar el medio ambiente local, conectar con los vecinos, dar apoyo a gente mayor y discapacitados, etc..

    Saludos!
    Eduard

    • Albert Cañigueral

      Hola Eduard,

      Todos los monocultivos son peligrosos y el de monedas también.

      Cuando te animes con el artículo ya sabes dónde puedes publicarlo :)

      Albert.

  4. Gracias Albert por el artículo y gracias también a todos por los comentarios, me ha parecido una discusión muy interesante.

    Sin duda las soluciones «alternativas» o «informales» (que para mí siempre han sido lo más normales y de sentido común) serán cuestionadas y tal vez reprimidas por los defensores de lo «convencional» o «formal». De todas maneras, con todo lo que se está moviendo gracias a internet, ¿no creéis que será muy difícil controlar, limitar o reprimir estas iniciativas tan eficientes en la gestión de recursos, sostenibles a nivel medioambiental y que en definitiva contribuyen tan positivamente a la sociedad?

    Tal vez soy demasiado ingenuo… pero creo mucho en las personas y confío en el poder que tenemos de no dejarnos someter a algo que va en contra de nuestra propia naturaleza, sobretodo en la actualidad donde disponemos de información clave para entender cómo funciona el mundo.

    Veremos que pasa… de todas maneras parece que viviremos una época muy interesante, que en mi caso llevo años esperando! : )

  5. BDT VALLADOLID

    El artículo original, también habla del BDT de Valladolid

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